Desde hace años, Internet se ha convertido en una herramienta esencial en la vida de la mayoría de personas en los países desarrollados. Hoy en día cuesta imaginarse un mundo sin esta gran red a nivel global y más después de la llegada de la Covid-19 y el confinamiento, donde tomó un papel principal en nuestras actividades cotidianas. ¿Os imagináis como sería vivir una semana sin el acceso a la red?
Los niños y los adolescentes son personas nativas en todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías, su nivel de conocimientos a menudo supera el de los propios adultos de su alrededor. Pero, ¿esto quiere decir que el uso que hagan de las redes sea el correcto y/o sea seguro? ¿Están exentos de los peligros que internet esconde? La respuesta es no. No siempre los niños y los adolescentes hacen un buen uso de las redes y nos podemos encontrar con muchos peligros en las mismas que es importante prevenir.
¿Qué peligros nos podemos encontrar en internet y las redes?
Los peligros más frecuentes que nos podemos encontrar en las redes son los siguientes:
– Abuso y/o adicción a las nuevas tecnologías: Hablamos de abuso cuando los menores hacen un uso excesivo de las mismas y de adicción cuando, además, interfiere en su desarrollo diario, como por ejemplo reduciendo las horas de sueño, cuando faltan a la escuela para quedarse conectados, aparecen dificultades a la hora de relacionarse con los iguales de manera presencial, ansiedad al no poder acceder a los dispositivos ….
– Acceso a contenidos no adecuados: como pueden ser contenidos pornográficos, de excesiva violencia, de incitación al suicidio, a la anorexia, apuestas, etc.
– Ciberbullying o ciberacoso: El acoso no sólo se puede dar de forma presencial sino que cada vez es más frecuente a través de las nuevas tecnologías. En ocasiones incluso es más cruel de esta manera ya que la sensación de indefensión de la víctima no se limita a un único contexto amenazante sino que es total, invadiendo todas las esferas de su vida.
– Grooming (conductas seductoras por parte de adultos con el objetivo de ganarse la confianza del o la menor buscando satisfacer sus propios deseos sexuales o la distribución de las imágenes en la red): La mayoría de adultos que incurren en estos delitos se hacen pasar por personas de edad similar a las de las víctimas por lo que cuando estas se dan cuenta del engaño a menudo ya les han hecho llegar imágenes comprometidas y se encuentran muchas veces con chantajes para que sigan enviando. Incluso el chantaje puede llegar a propiciar encuentros presenciales donde se dé un abuso físico. Los y las adolescentes que se encuentran en esta situación se encuentran con mucho miedo a lo que pueda pasar y mucha vergüenza por haber caído tan fácilmente en la trampa, sintiéndose culpables de su situación.
¿Qué podemos hacer para prevenir?
Una vez identificados los peligros es el momento de la prevención. Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo son las siguientes:
– Marcar un tiempo límite y unos horarios para hacer uso de las nuevas tecnologías
– Cuando los y las menores accedan a tener su propio móvil establecer un contrato de uso del mismo, en el que se pueden incluir aspectos como: horarios, sistemas de control parental, condiciones de uso, limitación para descargar aplicaciones sin autorización de los padres y las madres, mecanismos de supervisión, ….
– Es muy importante que desde casa y desde los espacios educativos, como pueden ser escuelas, institutos y otros se acompañe y se forme a los niños sobre el uso de internet y las redes y de los peligros que las mismas encierran.
– Acompañar en los primeros usos de internet y las redes desde pequeños
– Supervisar el uso que hacen de las redes sociales
– Transmitir la importancia de comunicar cualquier problema con los adultos de confianza, por pequeño que piensen que sea, relacionado con el uso de internet y/o redes sociales, establecer un clima de confianza.
– Enseñar a proteger sus dispositivos y las redes con mecanismos de seguridad: contraseñas, privacidad de los perfiles, … Mostrar los peligros de dejar acceder a contenidos privados a personas que no conocen físicamente.
Y si ya se dan problemas relacionados con el uso de las redes sociales y / o internet, ¿que podemos hacer?
– Contactad con profesionales de la psicología que os puedan orientar, apoyar y, en su caso, iniciar un tratamiento.
– Ante casos como ciberbullying realizado por compañeros de clase del o la menor es necesario establecer canales de comunicación con el centro educativo para tomar las acciones que se consideren pertinentes y emprender las acciones necesarias.
– Ante situaciones de grooming, además de buscar ayuda profesional, es muy importante denunciar la situación ante los cuerpos de seguridad del estado.
– Podéis contactar también con asociaciones especializadas como por ejemplo la Fundación Anar o la asociación Pantallas Amigas
Hay que tener en cuenta que, además de frenar la situación o revertirla, habrá consecuencias a nivel psicológico que deberán trabajar en la mayor parte de los casos. Por este motivo no dudéis en contar con los profesionales de la salud mental.
Para más información podéis escribirnos a info@centrepip.com