La importancia del autocuidado

La importancia del autocuidado

Cada vez es más frecuente escuchar el concepto de autocuidado, la idea de que tenemos de cuidarnos de nosotros en todos los sentidos. No obstante, ¿qué significa autocuidarse? ¿de qué nos sirve y porqué es importante? ¿cómo lo hacemos? ¿porqué autocuidarse no es sinónimo de egoísmo? En el presente artículo queremos resolver estas dudas y dar unas pequeñas pautas para intentar reforzarlo.

¿Qué es el autocuidado?

El autocuidado se trata de una búsqueda activa de nuestro propio bienestar, asegurándonos de estar bien física y mentalmente. No se basa únicamente, en vigilar lo que comemos o hacer deporte, sino que también incluye asegurarnos nuestro descanso, mirar lo que nos decimos a nosotros mismos, satisfacer nuestras necesidades, poner los límites adecuados, etc.

¿Por qué es importante autocuidarnos?

El autocuidado nos protege del malestar haciéndonos sentir bien con nosotros mismos, descasados y/o relajados lo que favorece que estemos mejor emocional y psicologicamente y más receptivos/as ante las situaciones que nos rodean. Asimismo, estamos en sintonía con los demás, por lo que podemos ofrecer una ayuda o sustento de mejor calidad. Autocuidarse no está relacionado con ser más egoístas, sino que se trata de encontrar nuestro espacio para sentirnos bien y así poder dar lo mejor de nosotros mismos al mundo que nos rodea y al resto de personas.  Hay que destacar que cuidarse a uno mismo no significa dejar de cuidar a los demás ni de dejarse cuidar por el entorno.

¿Cómo podemos favorecer el autocuidado?

  • Conocer que nos hace sentir bien y que nos hace sentir mal. Un primer paso es darnos cuenta de cómo nos sentimos en general y cómo reaccionamos ante los diferentes estímulos. Descubrir aquellas situaciones, personas o acciones que nos generan calma, alegría o satisfacción así como diferenciarlas de las que no quitan energía y/o generan emociones como miedo, frustración, rabia o tristeza. Con todo este análisis, elabora tu propia lista aspectos a potenciar y aspectos a reducir o eliminar.
  • Potenciar o promover las situaciones agradables. Una vez somos conscientes de qué nos hace sentir mejor con nosotros mismos, es importante reforzar estos momentos y provocarlos conscientemente. Intenta reservar un espacio de tiempo al día para ti o busca la manera de poderlo integrar en tu día a día. No se trata de generar nuevas obligaciones que nos provoquen estrés, sino más bien de buscar de manera activa cómo podemos promover esta sensación de bienestar. A veces solo son pequeñas acciones como comprar la comida preparada un día a la semana para así poder descansar de la cocina y elegir aquello que nos apetece realmente ese día. O situaciones improvisadas que nos pueden generar calma como ir caminando y ver los colores del cielo al amanecer o en la puesta de sol. Lo importante es poder ser consciente de ello, ese segundo en el que te das cuenta de que eso te está enriqueciendo aunque no sepas ponerlo en palabras.
  • Eliminar o reducir lo que nos quita energía. Asimismo, es conveniente intentar plantearnos cómo podemos reducir o, incluso eliminar, aquellos hábitos o acciones que nos minan la energía. Para ello puede ser útil ver qué acciones son y qué es lo que nos provocan para así intentar buscar la mejor opción posible. Por ejemplo, si sabemos que determinados alimentos nos hacen encontrarnos enfermos después, quizás sea una buena opción plantear reducir ese tipo de alimentos. Asimismo, si sabemos que algunas relaciones nos desgastan, es importante reconocer el motivo de este desgaste y valorar si se pueden generar cambios o establecer determinados límites que nos permitan mantenerlas al mismo tiempo que protegemos nuestro bienestar emocional o, en caso contrario, plantearnos si realmente queremos seguir con esa relación. De igual manera, en este punto es muy importante destacar los mensajes que nos decimos a nosotros mismos por lo que sería conveniente reducir aquellos mensajes negativos como puede ser “no puedo”, “no soy capaz”,… y reformularlos en positivo y de forma realista.

Para acabar, nos gustaría recordaros que autocuidarnos forma parte de una autoestima saludable. Cuando somos capaces de darnos aquello que nos hace sentir a gusto, nos estamos dando un mensaje de que somos valiosos/as y nos merecemos esta atención y cuidado. Por lo tanto, fomentar tu autocuidado va a ayudarte a fortalecer tu propia autoestima.

Deja un comentario

Call Now Button