Las críticas, ¿cómo nos afectan?

Las críticas, ¿cómo nos afectan?

Para empezar hace falta primero de todo definir que entendemos por críticas. Cogiendo una de las múltiples definiciones que existen podemos definir una crítica como un análisis o juicio sobre una situación, persona o trabajo que puede ser objetivo o subjetivo. Las críticas nos pueden servir para aprender y mejorar pero también pueden actuar de manera destructiva en función de cómo se realicen y de cómo las recibimos nosotros mismos.

Las críticas constructivas son aquellas que se realizan para el beneficio del otro. Es decir, son aquellas en las que se hace un análisis de la situación mostrando aquellos aspectos a mejorar y señalando también aquellas cosas que se hacen bien o las virtudes de la persona. Con las mismas se busca el beneficio del otro. En cambio, las criticas destructivas son aquellas que se hacen con la intención de hacer daño. No se centran en una situación o en cómo se hacen las cosas sino que se trata de ataques hacia la persona.

¿Qué factores afectan a que no recibamos bien una crítica constructiva?

  • Espacio en el que se hace: Es muy diferente recibir una crítica a solas que ante un grupo de personas. Que se nos haga frente a los demás nos puede hacer sentir que se nos deja en evidencia y esto hará que nos podamos sentir avergonzados, infravalorados, …. Las críticas a solas, por lo tanto, serán mejor recibidas.
  • Tono de voz: No es lo mismo que nos hagan una crítica gritando o con un tono autoritario que de manera tranquila, con un tono de voz adecuado. En la primera lo más normal será que respondamos a la defensiva o que nos quedemos paralizados. Además, si se hace de esta manera la crítica tampoco se podrá considerar del todo constructiva ya que se hace desde una situación de superioridad.
  • Quién nos lo dice: No siempre tenemos buena relación con todo el mundo o simplemente afinidad. Una crítica hecha por parte de alguien que no nos cae bien o al que no valoramos lo suficiente nos molestará mucho más que una crítica que venga por parte de alguien al que respetamos o tengamos afecto. En este último caso estaremos mucho más dispuestos a escucharlo y aprender de lo que nos dice y además tendremos claro que no tiene intención de hacernos daño con la crítica. También debemos tener en cuenta que, según cómo esté hecha la crítica, si viene de parte de alguien que amamos nos puede hacer mucho más daño.
  • Autoestima: Si tenemos una autoestima baja, por mucho que la persona nos haga la crítica de la manera más constructiva posible, nos sentiremos cuestionados. En lugar de tomarlo como una oportunidad para aprender y sacar provecho la sentiremos como un ataque hacia nuestra persona o como una confirmación de que no somos lo suficientemente válidos.
  • Momento personal de cada uno de nosotros: Puede suceder que estemos en un momento en nuestra vida en el que nos sentimos inseguros y estas críticas las podemos sentir como ataque o como que desde la otra parte se nos cuestiona.
  • Que la crítica no sea realmente constructiva: Como ya hemos dicho antes, las críticas destructivas atacan directamente a la persona y, por tanto, no serán bien recibidas.

¿Como podemos recibir mejor las críticas CONSTRUCTIVAS?

  • Dejar que la otra persona exprese su opinión es importante para poder entender bien lo que nos quiere decir.
  • Darnos un tiempo para reflexionar sobre el comentario en lugar de responder de manera impulsiva. Pensar en ello nos permitirá reconocer que lo que se está criticando es lo que estamos haciendo o cómo y, por tanto, no es un ataque directo hacia nosotros.
  • Valorar de forma objetiva la realidad de la crítica. Pensar si lo que nos están diciendo es cierto o estamos de acuerdo. En caso de que no opinemos lo mismo, mostrar de manera asertiva nuestro desacuerdo y nuestras opiniones al respecto. Establecer un diálogo será muy positivo en estas situaciones. En caso de pensar que es acertado lo que nos muestra la otra persona buscar la manera más adecuada de hacer cambios.
  • Tomarnos la crítica como una manera para mejorar y aprender. Tener una actitud abierta y receptiva hacia las críticas permitirá que podamos crecer como personas. Es importante tener una actitud humilde y reconocer que no siempre hacemos las cosas de la manera más adecuada.

¿Qué hacer con las críticas destructivas?

  • Frenar a la persona, mostrarle que si quiere que se le escuche no se permitirán ataques personales ni faltas de respeto. Nunca ceder ante las malas formas de los demás.
  • Irse de la situación si la persona no es capaz de hablar desde la tranquilidad. Otra opción es pedirle que venga una vez esté más tranquila.
  • Cuando estamos recibiendo una crítica que tiene la única intención de hacernos daño pero no podemos marchar de la situación es mejor ignorar lo que nos dicen.
  • Confiar en nosotros y en nuestras capacidades.

Finalmente, ¿cómo podemos hacer críticas constructivas?

No sólo es importante saber recibir las críticas sino saber hacerlas para que los demás nos escuchen. Para ello debemos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Hablar siempre desde el respeto, con tono de voz calmado. No hacerlo como un ataque, sino de manera asertiva, expresando cómo nos sentimos o cómo nos afecta su comportamiento.
  • Aparte de decir lo que no nos gusta/molesta o queremos que la otra persona cambie, destacar también aquellas cosas que si hace bien, reforzar sus cualidades y capacidades.
  • Expresar lo que nos gustaría que pasara, tratar de llegar a acuerdos que ambas partes nos satisfagan. No quedarnos en lo que no nos gusta sino dar opciones a que la persona pueda hacer algo.
  • Escuchar lo que la otra parte tiene que decir es muy importante. A veces también podemos estar equivocados.

En conclusión, aunque socialmente asociamos la crítica con algo negativo, no tienen porque serlo siempre y cuando las sepamos hacer y recibir para seguir aprendiendo.

Para más información puede escribir a info@centrepip.com

 

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