Hace un tiempo ya publicamos un artículo sobre el duelo infantil en el que hablamos de la comprensión del concepto de muerte, de cómo dar la noticia, las reacciones más habituales y cómo los podíamos ayudar desde casa. Ahora nos gustaría seguir profundizando sobre cuestiones que sabemos que preocupan a las familias y que a menudo generan muchas dudas.
Empezaremos primero revisando una serie de mitos y creencias que se tienen sobre el proceso de duelo y los niños.
Creencias sobre el duelo infantil:
Frases y otras cosas evitar
Debemos vigilar mucho lo que se transmite a los niños en este momento, teniendo en cuenta que a menudo se lo toman todo al pie de la letra. Frases hechas como “ya cumplió su misión”, “dios se lo ha llevado”, “no somos nada”, … a menudo pueden llevar a la confusión de los más pequeños.
Especialmente debemos evitar las siguientes frases:
- Tu padre o madre se ha ido lejos y no volverá en mucho tiempo / se ha ido de viaje: esto puede generar la falsa expectativa de que puede volver en algún momento. Además, se pueden sentir culpables de esta marcha.
- Fue al hospital y se murió: Esto les puede hacer pensar que cuando alguien va al hospital se puede morir, generándoles sentimientos intensos de miedo cuando vayan ellos/as o alguna persona significativa a visitar un hospital.
- Se murió porque se puso enfermo: Aunque es una expresión muy común que utilizamos y en la mayoría de casos es cierta, se deberán dar explicaciones más detalladas para que no piense que cualquiera que se ponga enfermo se puede morir.
- Dios (o cualquier ser supremo) se lo llevó. Ha sido la voluntad de Dios. Dios se lo ha llevado porque la/lo quería mucho, etc. Esto puede hacer que vean a Dios (o cualquier ser supremo) como un ser maligno y desarrollen miedo a que se le pueda llevar a ellos o ellas también (o a cualquier familiar).
- Ha ido al cielo: Esto puede hacer que esperen ver a la persona al ver una nube o subir en un avión. Incluso pueden manifestar la voluntad de subir al cielo a verlas. Es mejor hablar del cuerpo sin vida para facilitar la comprensión de que es un cuerpo que ya no puede funcionar y no podrá ver más.
- Está dormido: Puede generarles un gran miedo a quedarse dormido y dificulta la comprensión de la muerte.
Debe ir o no al funeral?
Esta pregunta suele surgir ante los niños y niñas pequeñas ya que con adolescentes se suele tener asumido que es adecuado que vayan. A continuación os dejamos una serie de factores a tener en cuenta para decidirlo:
- Edad de los niños: No es recomendable que vayan niños/as muy pequeños/as. A partir de los 7 años aproximadamente (o antes si el niño o la niña son bastante maduros) suelen estar preparados/as para participar de los rituales y procesos de despedida familiares.
- Deseo de estar: Si los niños/as expresan la voluntad de estar lo más recomendable es no negárselo. Lo que nunca podemos hacer es obligarles a estar allí. Por lo tanto, se les deberá preguntar directamente que quieren hacer.
- Explicación previa de la situación: Se debe poder explicar al niño o la niña cómo será la situación y lo que verá para que pueda decidir si quiere participar de la misma o no.
- Presencia de una persona adulta que lo acompañe en todo momento: Es muy importante que pueda haber una persona adulta de confianza que esté por el o la menor acompañándolo/a en todo momento.
- Relación con la persona que ha muerto: Si la relación con la persona que ha muerto era muy buena y había un buen vínculo es conveniente que tenga la oportunidad de despedirse, sino no tiene mucho sentido que asista.
Hay muchas otras cuestiones de las que podríamos estar hablando pero nos extenderíamos demasiado con el artículo así que si tenéis dudas nos podéis puede escribir a info@centrepip.com o llamar a los teléfonos del centro.